Lectura colectiva en voz alta

La promoción de la lectura ha de estar más llena de tierra que de letras, 

más plena de gente que de párrafos, más nutrida de pueblo que de estantes.

El tejido de papel, Vol. 2


Librería La Cingla (El tejido de papel, 2024)


Podemos definir la promoción de lectura como el conjunto de prácticas y estrategias enfocadas al estímulo, desarrollo y buen uso de las habilidades que permiten acercarse, interpretar y disfrutar la lectura, con el fin de formar lectores críticos y autónomos, con capacidad de divulgación colectiva. Es decir, la lectura como posibilidad de encuentro.

La promoción de lectura no distingue entre medios impresos o digitales: el aspecto esencial es la lectura en sí y no los medios en los que esta se pueda manifestar. Sin desacreditar la nostalgia del contacto físico con el papel, el disponer hoy del libro digital permite reducir la limitante en cuanto a la adquisición de los textos. Sin embargo, en el sistema educativo colombiano, a pesar de contemplar la lectura como elemento integral de la formación académica en básica primaria y secundaria, es manifiesta aún la falencia en promoción de lectura, pues carece de un enfoque bien definido que apueste a la creación del hábito lector desde el placer voluntario (amor al conocimiento, al saber), y no al imperativo rígido cuyo fin último es una calificación –un número– y no la trascendencia espiritual. Los docentes, como principales encargados de estimular ese placer lector en el Colegio, olvidan que el gozo que la lectura puede ofrecernos parte de una atracción sincera y no de una imposición, porque “más allá de la popularización del saber letrado”, más allá de reconocer e interpretar caracteres de la lengua escrita, leer es también percibir lo que nos quieren decir “los vientos, las estrellas, la tierra, las semillas”.

Con apoyo del Ministerio de las culturas, las artes y los saberes, y para continuar el fomento de comunidades de lectores en Santander, la segunda edición del Tejido de papel se llevó a cabo entre mayo y agosto de 2024 en la Librería La Cingla para llevar a cabo siete modalidadesRap y literatura: Club de lectura en voz alta; Taller de estrategias de promoción de la lectura, la escritura y la oralidad; Taller de escritura creativa; Laboratorio de mediación de la lectura en comunidadLaboratorio de ilustración editorial Laboratorio de narrativas sonoras. De ese modo, el Tejido de papel propuso a la comunidad “bajar el libro de sus estantes, donde permanece lejano, incólume, e inalcanzable; [para] situarlo junto al azadón con el que se traza, se escribe, sobre la tierra para abrir caminos y surcos donde sembrar la semilla. Para que al igual que el caminar, la lectura se vuelva una actividad imprescindible de las comunidades.Para que al igual que la memoria oral, el libro permita la reproducción de la existencia y el modo de vida de quienes antes que libros saben leer el cielo”.

De las siete modalidades mencionadas, tuve la oportunidad de participar en el Club de lectura en voz alta, bajo la orientación de Ana María Trujillo, socióloga de la Universidad Nacional de Colombia. En este espacio abordamos bajo esta forma de lectura cuatro obras literarias que en su narrativa tienen como rasgo común e identitario la memoria: Cartago, de Daniel Cristancho; Antígona González seguido de otros poemas, de Sara Uribe; Troika, de Isabel Zapata y El fusilamiento del Diablo, de Manuel Zapata Olivella. Leer de este modo permitió enriquecer la experiencia interpretativa de la narración y estimular muchos más la participación, la reflexión y la crítica entre los participantes. En consecuencia, considero que esta estrategia de lectura en voz alta contribuye en gran medida a la creación de comunidades de lectores, dado que es posible el encuentro, el respeto por lo que dice el Otro y el dialogar sobre las perspectivas del texto leído; quizás a través de la lectura en solitario no se logre esta importante interacción de ideas e interpretaciones colectivas.


 Librería La Cingla (El tejido de papel, 2024)


Gestar el hábito, forjar la disciplina para leer por un periodo extendido sin perder el ritmo de la narración, fueron aspectos muy relevantes que se lograron en el Club y que más resalto con los cuatro libros leídos en viva voz de todos los participantes. Agradezco la posibilidad de participar en esta comunidad, “tejido hecho de papel, tinta y palabras” y habitar la Librería La Cingla todos los martes de 6:00 a 8:00 p.m. durante cuatro meses, ratificando que sigue siendo un espacio propicio para la promoción de lectura y la expansión de comunidades, no solo de artistas sino de personas interesadas en acercarse por primera vez a la sensibilidad trasformadora del arte, que desde lo individual fortalece el espíritu humano, y desde lo colectivo, contribuye a la construcción de paz: al reconocimiento y respeto del territorio habitado.

Club de lectura en voz alta (Librería La Cingla, 2024)


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